Alice Weidel, líder de la extrema derecha alemana con mujer e hijos cuyo partido no les permite llamarse “familia”

El partido Alternativa para Alemania (AfD) dio este domingo los primeros pasos para intentar convertirse en la primera fuerza de ultraderecha en estar representada en el Parlamento Federal alemán. En un controvertido congreso realizado en Colonia, unos 600 delegados aprobaron la designación del dúo que encabezará la lista del partido y que está integrado por Alexander Gauland y Alice Weidel. Hasta aquí nada de extraño, a excepción que la pareja de Weidel es otra mujer y tienen en común dos hijos. Además Gauland y Weidel son los candidatos del partido para enfrentarse a Angela Merkel en las elecciones generales del 24 de septiembre.

En su discurso de aceptación, Weidel dijo que la corrección política pertenece a “la basura de la historia” y dijo que ella y su familia ya no podían disfrutar pacíficamente de los mercados navideños porque estaban “atestados de policías”. La nominación de Weidel es algo más que irónica para un partido, el AfD, que también votó en su programa ir contra la inmigración, mantener una política firmemente anti-LGBTI y anti familias arco íris.

Según la posición de su partido, Weidel, su pareja y sus hijos no pueden ser descritos como una familia. “Nos oponemos a todos los intentos de ampliar la palabra “familia” en el párrafo 1 del artículo 6 de la Constitución para incluir otro tipo de relaciones”, remarca el ideario de la formación. También quieren mantener la definición de matrimonio el integrado por un hombre y una mujer y se oponen frontalmente al matrimonio entre personas del mismo sexo.

La AfD se niega a “promover” asuntos LGBTI en las clases de educación sexual porque afirman que es una “intrusión impropia en el desarrollo de los niños y en los derechos de los padres”. También creen que hablar de homosexualidad o ser trans  en el ámbito escolar podría “confundir y abrumar” a los niños sobre su identidad sexual.

“En la escuela, nuestros niños no pueden convertirse en las bolas de juego de las inclinaciones sexuales de una minoría”, dice un borrador del programa. “La ideología de género margina las diferencias naturales entre los sexos y los actos contra los valores tradicionales y los roles específicos de género en las familias”.

Lo terrible del caso es que Weidel, como miembro del comité ejecutivo federal del partido, participó en la elaboración de las bases programáticas y proyecto del partido. Hasta el momento, Weidel no ha expresado abiertamente ninguna oposición u objeción a la postura de la AfD sobre la igualdad LGBTI.

Lo que Alice Weidel no se cansa de repetir que es una euroescéptica: “Si mantenemos el euro, fracasa Europa. Nuestro partido, en lo que respecta a la política económica, es deudor del liberalismo”. La responsable de cuestiones económicas de AfD promete que si gana las elecciones, denunciará al Gobierno de Merkel en el Constitucional por su política de asilo y de rescates en Europa.

Esta empresaria, doctorada en económicas con pasado en el mundo de las finanzas – trabajó para el Bank of China y Goldman Sachs, entre otros – tiene muy claro que a su partido le espera un futuro como oposición en el Parlamento. En su punto de mira está la política de refugiados del Gobierno de Angela Merkel, la política anti-crisis del Ejecutivo germano en Europa, el euro e incluso la pertenencia de Alemania a la Unión Europea.

AfD se fundó en 2013 con el foco puesto en la crítica a las políticas anti-crisis en la zona euro e ideales que atufan a fomentar el odio hacia diversos colectivos sociales.