Fallece Rita Barberá, la controvertida política a la que quisieron sacar del armario a empujones que rechazaba las bodas gais

Dos días después de declarar ante el Supremo por su presunta relación con el ‘caso Taula’, la ex alcaldesa de Valencia y Senadora, Rita Barberá, ha fallecido esta mañana a consecuencia de un infarto de miocardio en el céntrico hotel Villa Real de Madrid a los 68 años de edad, donde se encontraba para asistir a la primera sesión de control al nuevo Gobierno de Mariano Rajoy. Barberá no acudió este martes al Pleno del Senado y había comunicado a la Cámara que no se encontraba bien. El Ayuntamiento de Valencia convocaba de urgencia un pleno extraordinario para mostrar sus respetos por la muerte de la senadora y decretaba tres días de luto.

Muchos han sido los políticos del que hasta hace poco era su partido tras 40 años de militancia, el PP, los que han presentado sus condolencias, entre ellos, el presidente del Senado, Pío García Escudero, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, la secretaria general del PP y ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal o el portavoz del PP en la Cámara Alta, José Manuel Barreiro. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, manifestaba sentirse “enormemente apenado” por la pérdida, mientras que el ex presidente del Congreso Jesús Posada, ha declarado que “sufrió una cacería injustificada”.

Barberá estaba imputada por el Tribunal Supremo por presunto blanqueo de dinero cometido por el PP en el Ayuntamiento de Valencia que presidió durante 24 años. La estrella de Barberá empezó a declinar a medida que se iban destapando los casos de corrupción que afectaban a su partido y tuvo que ver cómo su hermana aparecía en los titulares, su secretaria escapaba en el asiento de atrás de un coche o cómo le abucheaban en los mismos mercados donde antes fue aclamada.

Rita Barberá nacida en Valencia el 16 de julio de 1948, era hija de Carmen Nolla, heredera de la empresa de cerámica Fábrica de Mosaicos Nolla y José Barberá Armelles, periodista y político valenciano en la época franquista. Se licenció en Ciencias Políticas, Económicas y Comerciales por la Universidad de Valencia, y en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.

Desde 1983, era miembro del Comité Ejecutivo Nacional del PP y ha ocupado numerosos cargos como el de diputada en las Cortes Valencianas (1983-2015), alcaldesa de Valencia (1991-2015), y presidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias (1995-2003), entre otros cargos.

Su apoyo al dimitido presidente de la Generalitat, Francisco Camps, tras su implicación en  el “escándalo de los trajes”, le valió un notable desgaste político y la posibilidad de resultar imputada en el “caso Nóos”, sin embargo, salió indemne, tras la decisión del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV) de no imputarla.

El pasado 13 de septiembre, el Tribunal Supremo decidió investigarla por supuesto blanqueo de capitales. Un día después, solicitaba la baja en el PP pero se negaba a entregar su acta de senadora. El 27 de ese mes, Barberá renunció a ser portavoz de turno del Grupo Mixto quedando como viceportavoz del Grupo Mixto en la Comisión de Incompatibilidades del Senado.

En el aspecto social, Barberá se convirtió en 1995 en la primera alcaldesa en oficiar un matrimonio civil. Años después se manifestó contra el matrimonio entre personas del mismo sexo, según explicó porque “hay muchas otras formas de preservar derechos entre las parejas de igual sexo”. También se ha posicionado contra el aborto al declarar “tengo un gran interés por la vida. Creo que si una célula, al ser fecundada, es capaz de desdoblarse en dos, cuatro, ocho… es porque tiene vida”.

Rita Barberá estaba soltera, no tenía pareja, ni hijos, lo que alimentó los rumores sobre que supuestamente era lesbiana. En 2009, Salvador Barber, biógrafo de la entonces alcaldesa de Valencia rechazaba comentar los rumores sobre su orientación sexual. Un tema que ella jamás quiso ni confirmar ni desmentir y tampoco ofreció nunca demasiadas oportunidades para que se le preguntara sobre el tema.

A la pregunta general a Barber: “¿Ha escrito sobre la vida personal de la alcaldesa? Es curioso que nunca se haya publicado nada al respecto. ¿Conoceremos algo a través de su libro?” Barber contestaba: “Únicamente he hablado sobre los rasgos de su personalidad que pueden afectar a su vida pública. Por otra parte, Rita es un animal político, cuya vida entera gira en torno a su actividad”.

Cuando un internauta preguntó curioso: “¿Que querían decir esos carteles que pusieron durante la visita del Papa a Valencia en el que se decía ¿RITA EL PAPA SABE LO TUYO?”. Barber salió por la tangente: “Me remito a lo que explicaron sus autores, miembros del sindicato CGT de Telefónica, que textualmente manifestaron en su día que querían ‘denunciar la hipocresía de la Iglesia católica y el Partido Popular, cuyas acciones distan mucho de su supuesta moral”.

La clase política tiene que luchar contra rumores que hablan de una tendencia sexual encubierta. Por ejemplo, la ex vicepresidenta del Gobierno durante el mandato de Zapatero, María Teresa Fernández de la Vega, tuvo que desmentir que fuese lesbiana y que mantuviese una relación con la presentadora de Deportes de TVE, María Escario. Claro que también decía que no se ha operado y si la sometemos al polígrafo echaría humo. Otras mujeres políticas que se rumoreaba que ocultaban su orientación sexual  son Rita Barberá o Luisa Fernanda Rudi, del PP.

Dicen que el motivo por el que a Barberá se le señalaba como lesbiana era porque no se le ha conocido escándalo sexual, ni relación con varón alguno y la oposición en el Ayuntamiento de Valencia aprovechó para atacarle (argumento que cae por su propio peso ya que la orientación sexual no es motivo para arremeter contra nadie en la sociedad en la que estamos actualmente). Lo más probable es que este tema jamás se sepa por que Rita se lo llevó con ella a la tumba. El caso es que Barberá no dejaba a nadie indiferente: se le amaba y odiaba con la misma intensidad.

Descanse en paz.