Ahorcado el joven gay iraní condenado a muerte siendo menor y que confesó un asesinato bajo torturas

Ahorcado el joven gay iraní condenado a muerte siendo menor y que confesó un asesinato bajo torturas

Esta es la única foto que ha trascendido de Alireza Tajiki, un joven iraní homosexual que fue arrestado cuando tenía 15 años, en 2012,  y que fue condenado a muerte a los 16 años, en 2013. Ayer fue ahorcado por las autoridades iraníes tras emitirse dos órdenes que fueron paralizadas desde mayo de 2016 (la tercera no fue posible pararla). Tajiki, que ahora contaba 21 años de edad, fue condenado por el asesinato de un amigo y por “lavat-e be onf” (violación de varón a varón) por un tribunal penal de la provincia de Fars, en el sur del país. Pero el juicio, en el que se le negó el acceso a un abogado durante todo el proceso de investigación contra él, se basó principalmente en “confesiones” que obtuvieron del joven bajo tortura tales como brutales palizas, flagelación y suspensión por los brazos y los pies, según relató el joven. Más tarde se retractó, declarándose inocente en las siguientes audiencias a las que fue sometido, según denuncia Amnistía Internacional.

“En Irán un joven gay ha sido ejecutado hoy. No esperes escuchar las condolencias de @Pontifex_es (Twitter oficial del Papa Francisco). Él es cómplice del odio”, escribía el activista gay argentino Esteban Paulón ayer, cuando se supo la noticia de que Tajiki había sido ejecutado.

El día previo, el joven había sido trasladado e incomunicado. La familia había pedido que les dejaran entrar a la prisión de Adel Abad, en Shiraz, donde estaba recluido para  despedirse de él pero les negaron el acceso. Tampoco hubo anuncio oficial y el abogado defensor del joven, que por ley debe ser informado de la inminente ejecución con 48 horas de antelación, tampoco sabía nada en contra de lo establecido por la propia legislación iraní.

“Se trata de un acto absolutamente vergonzoso por parte de las autoridades iraníes. Saben perfectamente que usar la pena de muerte contra una persona que fuera menor de 18 años en el momento del delito es una violación flagrante de las obligaciones contraídas por Irán en virtud del derecho internacional de los derechos humanos, incluida la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño. En varias ocasiones, las autoridades judiciales iraníes han declarado que Tajiki era “maduro y plenamente consciente” de la ilegalidad del acto cometido. De hecho, en una respuesta posterior dirigida en octubre de 2016 a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, los representantes de Irán reiteraron su indignante postura de que Alireza Tajiki “tenía un gran intelecto y un amplio conocimiento de la ilegalidad de los actos cometidos y su castigo””, lamentan Magdalena Mughrabi, directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África.

En enero de 2016, Amnistía Internacional publicó un informe que concluyó que, a pesar de las reformas fragmentarias introducidas en 2013 para evitar las críticas a su terrible historial de ejecuciones de personas que eran menores en el momento del delito, las autoridades iraníes han seguido imponiendo la pena capital a decenas de jóvenes por delitos cometidos cuando tenían menos de 18 años, lo cual constituye un incumplimiento de sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos.

Ya van cuatro ejecuciones en lo que va de año. De hecho, según Amnistía Internacional tienen un listado de este mes con los nombres de, al menos, 89 condenados a muerte en espera de ejecución por delitos cometidos cuando eran menores de 18 años.

¿Hasta cuando habrá países que tengan carta blanca para saltarse las normas de la declaración de Derechos Humanos a su antojo?

 

 

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