Amenazan de muerte a los editores de una revista digital LGTBI jordana por sacarla en árabe

Amenazan de muerte a los editores de una revista digital LGTBI jordana por sacarla en árabe

My.Kali Magazine fue aclamada en todo el mundo por mostrar la realidad LGTBI a sus lectores que hablan en árabe, sin embargo, los fundadores de la revista se enfrentan ahora a posibles demandas y amenazas de muerte diarias por anónimos furiosos que les acusan de “promocionar la homosexualidad”. My.Kali Magazine es una revista digital de Jordania que hasta ahora publicaba solamente en inglés pero en el número de mayo-junio, por primera vez en sus nueve años de historia, está disponible en dos idiomas para un público anglófono y árabe.

La semana pasada, el fundador de la revista, Khalid Abdel-Hadi, concedió una entrevista al sitio web del Líbano, Raseef 22, para explicar su decisión: “Cuando empecé la revista, trataba de no llamar la atención de la sociedad jordana por temor a una reacción violenta. El cambio se produjo después de comprobar que había muchas personas homosexuales que sólo eran capaces de leer árabe. Por eso, hicimos una edición en árabe. Quisimos empezar a difundir la conciencia sobre estos temas”.

Así  Abdel-Hadi explicaba en redes sociales: “Yo quería ser parte de una cubierta que diera un sentido de pertenencia y orgullo, para reflejar la relación entre ser LGBT,  árabe y jordano”, escribió.  El artículo se difundió en el mundo de habla árabe, con numerosos comentarios que reaccionaron con ira, algo que Abdel-Hadi ya se temía.

En Oriente Medio se ha abierto un debate y muchos medios de comunicación han cuestionado por qué la revista está “provocando al público” y sugirieron que la revista no tiene el título registrado oficialmente. También algunos medios han difundido informaciones falsas sobre que la revista también se editó impresa. Otros acusaron al medio online de responde a “una agenda exterior financiada por Occidente para difundir la homosexualidad entre las personas que viven en el Oriente Medio”.

La Comisión de Medios de Jordania emitió un comunicado para aclarar que My.Kali Magazine no les consta que esté registrada y si se demuestra que se va a imprimir, demandarán a sus fundadores.

Los creadores de My.Kali Magazine dijeron que no tenían intención de publicar la revista impresa o convertirla en una entidad registrada formalmente en Jordania y negaron que cuentan con patrocinios ni apoyo de ningún gobierno extranjero: “La revista nunca se ha dirigido a socavar las tradiciones y la cultura de la sociedad jordana, ni nos dedicamos a difundir la homosexualidad, como algunos han afirmado. Simplemente creemos en la libertad de expresión y ejercemos este derecho como un colectivo informal en Internet, compartiendo con los que libre y voluntariamente leen los artículos del sitio web. La comunidad LGBTQ de Jordania siempre ha sido una parte inherente del tejido social del país. La revista digital no es una importación extranjera, ni ni tiene la intención de degradar tradiciones jordanas”.

La homosexualidad en Jordania, como en muchos países árabes, es todavía un fenómeno negado, marginado y perseguido. Encontrar personas que hablen de su experiencia, del proceso de asimilación de su sexualidad o de su identidad sexual no es fácil y el activismo homosexual no puede compararse con el que hay en el Líbano, por ejemplo, pero es un país en el que la falta de una ley que lo penalice juega a su favor. Una de las causas de la falta de un activismo fuerte es el miedo.  Además, no todos los homosexuales quieren luchar por sus derechos,  muchos consideran que están bien como están, en la sombra, y no aspiran a más. A pesar de esto muchos activistas homosexuales en el mundo árabe están en permanente contacto e incluso llevan a cabo reuniones periódicas.

En el año 2009 tres chicos acudieron a una de las oficinas del Ayuntamiento de Ammán para presentar una solicitud y poder crear una asociación que ayudase a concienciar a la sociedad de los derechos de los homosexuales en Jordania. La asociación quería llamarse Qaus (“arco”), y a pesar de cumplir con los requisitos legales para crear una asociación, la solicitud fue rechazada por “ir en contra de los valores de la sociedad”.

La mayor parte del activismo en Jordania está en Internet, entre redes sociales, blogs, artículos anónimos y en la revista My.Kali, que desde el 2008 se publica mensualmente.

En Jordania, si bien, en general, los hombres homosexuales son más visibles, las mujeres están poco a poco sumándose a las tímidas iniciativas. Las lesbianas en Jordania como mujeres que son, están más ocultadas por una sociedad patriarcal que las margina doblemente, por ser mujeres y, además, por ser lesbianas. Incluso esa mentalidad de macho dominante puedes encontrarla en muchos homosexuales jordanos, que reproducen los mismos comportamientos de posesión y dominio sobre sus parejas.

En el año 2008 tuvo lugar una campaña contra la propagación de los homosexuales, en la que cuatro personas fueron detenidas. Dos años más tarde, en el 2010, hubo una redada en un bar de la capital que la prensa aprovechó para afianzar en la sociedad la idea de que “la homosexualidad es el vicio que gente rica ha traído del extranjero”. Incluso durante aproximadamente un año y medio, desde el verano del 2007 hasta el 2009, existió en la capital jordana un bar para homosexuales (RGB) que las autoridades cerraron. Tras el cierre de este bar, no ha habido, hasta el momento, ningún otro local nocturno de claro ambiente homosexual.

La ley jordana, a diferencia de otros países árabes, no prohíbe las relaciones íntimas entre dos personas del mismo sexo. Cuando Jordania se independizó y se constituyó como país, se copió la constitución británica, que no especificaba nada respecto a la homosexualidad. El artículo 64 del Código Penal jordano solo condena las relaciones homosexuales forzadas o con menores de edad. Lo que significa que el sexo entre adultos y consentido no es punible. Esta libertad legal que los homosexuales en Jordania disfrutan la limita la policía con detenciones de individuos a los que no se acusa no de ser homosexuales, ya que no está prohibido, sino de ser afeminados y, por lo tanto, de provocar escándalo público.

En árabe, estándar o dialectal, existen diferentes vocablos para designar a los homosexuales; como curre en todas las lenguas, la mayoría de esos términos son de carácter despectivo, tales como: luti, لوطي (“sodomita”), shad, شاذ (“anómalo”), na3em, ناعم (“mariquita”), tant, طنط (“maricón”) o hassan sabi, حسن صبي (“marimacho”), entre otros. Pero los términos correctos son: mizli/a al-yins, مثلي/ة الجنس (“homosexual”), almuta7awil/a yinsian, المتحوّل/ة جنسياً (“transexual”) y zunai al-yins, ثنائي الجنس (“bisexual”).

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