ANEM PER FEINA, estamos dispuestos a ayudarles para hacer las cosas bien

El mes de marzo coinciden dos fechas destacadas en la defensa de los derechos laborales, el 8 es el día de la mujer trabajadora y el 30 es el día de las personas empleadas de hogar y cuidadoras, que en su inmensa mayoría son mujeres. Este año, el azar ha hecho coincidir estos días de reivindicación con una sentencia de la Justicia Europea que ha puesto negro sobre blanco, y con fuerza de decisión judicial, lo que ya sabíamos desde hace tiempo: Que la normativa española que regula los trabajos del empleo de hogar (aquellos en los que se establece una relación directa entre la familia y la persona trabajadora) es claramente discriminatoria para el colectivo que pretende proteger, lo deja fuera del derecho a cobrar desempleo, lo deja fuera de la ley de riesgos laborales y otros temas. Y entiende que el motivo de tal discriminación no es otro que el hecho de ser un colectivo integrado en un 95% por mujeres.

La justicia española ya ha empezado a decidir conforme a esta doctrina europea y saltándose las normas discriminatorias de la regulación española. De momento hay dos sentencias. Saldrán más, sin duda. Desde el gobierno se tienen que apresurar a cambiar una normativa que ha quedado invalidada por la decisión europea, y tiene que hacerlo en la línea de lo que vienen pidiendo las asociaciones de trabajadoras del sector, los sindicatos y las entidades que llevamos trabajando en ello hace tiempo. Están obligados a acabar con la discriminación y establecer un marco legal que garantice la plenitud de derechos en el sector. En los próximos días, veremos como se agiliza la ratificación del Convenio 189 de la OIT que llevaba 11 años en un cajón y se ponen en marcha estudios de viabilidad acerca del establecimiento de prestaciones de desempleo para las empleadas de hogar que debían haberse activado en 2012. Más vale tarde que nunca, podríamos decir.

Así pues, este marzo de 2022 las fechas del 8 y el 30 tienen un colofón de celebración, para las mujeres trabajadoras en general y las empleadas de hogar y cuidados en particular. Pero la tarea de dignificación del sector no se queda ahí.
Las relaciones de empleo de hogar, tanto para tareas domésticas como de cuidado de personas dependientes, se llevan a cabo en los domicilios, en el ámbito familiar, y es a las familias a quien le corresponde gestionarlas y velar por el cumplimiento de los derechos, que le pedimos al gobierno que recoja en las leyes. No es una tarea fácil y a menudo supone una sobrecarga añadida a situaciones de especial complejidad en la organización del día a día. Desde asociaciones como la nuestra, ANEM PER FEINA, estamos dispuestos a ayudarles para hacer las cosas bien, dentro de la legalidad y con perspectiva de dignificación y profesionalización del sector. No duden en contactarnos si quieren que les echemos una mano.