Arrestado un espía alemán que era doble agente radical islámico y que fue actor porno gay
No se trata de una película de James Bond, el agente 007, el más famoso “con licencia para matar”. Y es que, a veces, la ficción es capaz de superar a la realidad. La agencia de espionaje de Alemania ha descubierto un topo islamista en sus filas, el mismo que había trabajado como actor en el porno gay.
El hombre, cuyo nombre no ha trascendido, es un ciudadano alemán de 51 años y ascendencia española. Fue contratado por la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), un organismo dentro de la Agencia Nacional de Espionaje en abril de 2016 y, entre sus tareas, estaba la de encargarse de vigilar a los islamistas potencialmente violentos en Alemania, donde el número de salafistas -una rama ultraconservadora del Islam- crece rápidamente.
Según la revista alemana Der Spiegel, el ex espía doble es padre de cuatro hijos y se convirtió secretamente al Islam en 2014, después de mantener conversaciones telefónicas con alguien en Austria que se llamaba Mohammed. Los investigadores le preguntaron si se trataba de Mohammed Mahmoud, un egipcio austriaco que se unió al Estado islámico y que previamente había dirigido un sitio web donde tradujo los discursos de los líderes de al-Qaeda. El hombre arrestado se negó a confirmar un apellido. Su familia asegura que no sabían las actividades del individuo. Ahora, a medida que la investigación avanza, se han revelado otros detalles. Según el Washington Post, que cita a altos funcionarios de inteligencia que hablaron bajo la condición de anonimato, cuando revisaron el alias que el agente usaba para infiltrarse en los chats extremistas, los investigadores descubrieron que era usuario de chats de contactos para homosexuales y había trabajado para la industria del porno gay en 2011.
Fue descubierto porque un agente se hizo pasar por radical islamista y contactó con un usuario en una sala de chat conocida por ser punto de encuentro de militantes salafistas. Allí, el hombre ofrecía ayuda para infiltrarse en la agencia de espionaje y organizar un ataque contra su sede en Colonia. Aunque nunca reveló su verdadero nombre, los agentes fueron fácilmente capaces de identificarlo porque compartió detalles muy específicos sobre la agencia de espionaje y sobre su trabajo.
A pesar de haber sido investigado minuciosamente antes de ser contratado en abril de este, la agencia no estaba al tanto de los lazos que unían al hombre con el Islam radical y el porno gay. “Con toda la información que tienen sobre este individuo, la cuestión planteada es cómo pudo terminar en el servicio de inteligencia y cómo fue capaz de esconder todo esto en su lugar de trabajo y también a su familia”, se preguntaba en el Washington Post, un alto funcionario alemán.
“No sólo es una historia bastante extraña, sino también bastante aterradora. Que una agencia, cuyo papel central es contraatacar el espionaje, contrató a un islamista que potencialmente tenía acceso a información clasificada y muy sensible, que incluso podría haber intentado difundir propaganda islamista y reclutar a otros y posiblemente lanzar un ataque contra la agencia de inteligencia nacional”, dijo Hans-Christian Ströbele, miembro de la Comisión de Control Parlamentario que supervisa el trabajo de los servicios de inteligencia alemanes.
El hombre, según los funcionarios, admitió bajo interrogatorio que era un converso secreto al Islam y que tenía el objetivo de infiltrarse en la agencia de espionaje nacional para poder advertir a “sus hermanos religiosos” sobre las investigaciones de la agencia. De lo que no habló fue sobre su condición sexual porque ser homosexual y salafista son incompatibles.
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