Casados a primera vista, del ‘…y comieron perdices’ al escándalo
Me caigo muerta con ciertos programas que se publicitan como un “experimento sociológico” que resultan después ser un fiasco y de los gordos. Me estoy refiriendo al dating show de Antena 3 “Casados a primera vista” . Las parejas después de conocerse en la boda y tras unos programas donde nos iban contado sus encuentros y desencuentros, el lunes por fin emitieron el capítulo final en la que las parejas decidían si se atrevían a seguir adelante con su matrimonio o si, por el contrario, preferían divorciarse. Y como todo experimento social que se precie, había una pareja gay, la formada por José Ramón Agüera, un murciano auxiliar de enfermería de 32 años y Alberto Garrido, un bailarín sevillano de la misma edad.
Durante varias semanas les hemos visto en su salsa en su convivencia diaria pero la decisión final dependía del sevillano. Le había salido un trabajo muy interesante en Londres y posiblemente tendrían que mantener una relación a distancia. Los sentimientos y las dudas afloraron. Mientras Alberto, el andaluz buscaba reafirmarse en “alguien que le transmitía seguridad, confianza y comunicación”, el murciano decía que iba a decidir “con el corazón pero también con la cabeza”. Al final se quedaron juntos y apostaron por esta bonita historia de amor.
Resultado final: de cuatro parejas hubo empate, dos decidieron continuar y otras dos se divorciaron. Eso es lo que vimos pero es que la realidad siempre supera a la ficción y los del programa no han podido evitar que se desvele que todo este montaje no sirve más que para demostrar que el ‘…y comieron perdices’ puede transformarse en una “pesadilla muy chunga”.
Sabrina y Jonatan eran una pareja modélica delante de las cámaras y, de las cuatro, la que parecía que conectaron desde el primer momento pero las cosas no son así. Nada más acabar la emisión, las redes sociales filtraron la denuncia por malos tratos verbales de Sabrina contra Jonathan. Le ha echado al de Benidorm de su propia casa y lo más fuerte es que ya tiene una nueva pareja.
Sabrina publicaba este mensaje en el muro de Facebook:
“Quería deciros que todo está en manos de quien tiene que estar. Y que todo se paga en esta vida. Tengo todo todo en mis manos. Os doy una pista de lo que yo estoy sufriendo (violencia de género). Pero gracias a Dios que tengo todo en mis manos. Estoy contenta y muy feliz porque me están dando todo por la Justicia.Cuando pueda os enseñaré la sentencia. Y enseñaré con pruebas lo que estoy sufriendo. Muchas gracias a todos por vuestras muestras de cariño”.
Mientras los amigos de Jonathan se han puesto de la parte del afectado y Jonatan sigue con sus bolos como dj sin responder a las acusaciones de su ya ex mujer. Escribió un comentario declarándose inocente de las acusaciones y calificándola a Sabrina de “estafadora” por quererse apropiar de sus pertenencias incluyendo la casa en la que vivía desde hacía tres años.
No ha pasado ni un mes de la grabación del último programa y Sabrina disfruta de su nueva casa en Alicante y presume de novio en las redes sociales. Lo que se dice apenada no se le ve.
Alucinamos con lo que la televisión nos puede entretener a la vista de los 2,7 millones de seguidores que tuvo el programa final. En fin, está claro que la programación de calidad poca, muy poca y los telespectadores tampoco somos muy selectivos. Así que me asaltan las dudas, ¿José Ramón y Alberto seguirán juntos?.
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