El tribunal de menores de Roma concede por primera vez la adopción definitiva a una pareja gay

Sentencia histórica de la justicia italiana. Por primera vez, ayer se concedía a una pareja homosexual la adopción definitiva de su hijo de seis años de edad nacido de un vientre de alquiler en Canadá. El pequeño es hijo biológico de uno de los miembros de la pareja. La jueza del Tribunal de Menores, Melita Cavallo, el pasado 31 de diciembre, justo antes de jubilarse, les concede a ambos la patria potestad, después de que el Parlamento renunciara a legislar sobre las familias homoparentales. En ausencia de apelación en los plazos previstos, la validación es definitiva, algo inédito en Italia.

A finales de febrero, el senado italiano aprobó una ley que reconoce las uniones homosexuales, dejando de lado el derecho a adoptar por parte de parejas del mismo sexo. La decisión ha sido acogida con júbilo por la asociación a favor de los derechos LGBTI, Famiglie Arcobaleno, que considera el fallo como una decisión histórica.

Desde 2014, el tribunal de menores de Roma pronunció al menos unas 15 adopciones por parte de la compañera de la madre biológica, basándose en la legislación actual sobre la adopción, que privilegia el interés del niño por tener una “continuidad afectiva”. Pero hasta ahora la fiscalía había apelado.

Marilena Grassadonia, presidenta de la asociación Famiglie Arcobaleno, explicaba los motivos por los que la sociedad italiana debe avanzar en el tema de las adopciones:  “Una vez más, los tribunales han demostrado su política de ratificar dos principios importantes: La primera es que una pareja homosexual es capaz de criar a sus hijos tan bien como lo pueda hacer una hetero y el segundo principio implícito en este fallo es que los niños siempre deben ser protegidos, independientemente de la forma en que nacieron. Creemos que es importante hacer hincapié en esto hoy, en un momento en que los políticos italianos con ligereza desconciertan con la posibilidad de penalizar aquellos que hacen uso de la gestación subrogada, sin profundizar en el fenómeno de la maternidad de alquiler y sin distinguir entre las prácticas éticas y las aberraciones presentes en algunos países que, por otro lado, nuestra asociación siempre ha denunciado y condenado”.

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