La cultura sexual en el planeta: Zoofilia, cambio de sexo, adoradores de semen y otras parafilias

La cultura sexual en el planeta: Zoofilia, cambio de sexo, adoradores de semen y otras parafilias

No en todas las partes del planeta la sexualidad se asume de la misma manera. Nuestra manera de concebir el mundo, nuestras creencias y nuestro modelo social determinan nuestros comportamientos y nuestras vivencias. Los usos y costumbres sexuales en el mundo nos pueden sorprender. Ritos de paso a la madurez, relaciones sexuales incestuosas, lugares donde la zoofilia está plenamente aceptada, prohibiciones que pueden resultarnos extrañas o relaciones fuera de lo habitual. La cultura sexual se ven desde otro prisma diferente a la nuestra. Estas son las tradiciones del mundo que te dejaran atónito:

Los caudillos de la guerra en el norte de Afganistán tienen en propiedad “bacha bereesh” (que traducido a nuestro idioma significa niños sin barba). Menores que son esclavos sexuales a los que mantienen y con los que agasajan a sus invitados haciéndoles bailar en fiestas vestidos con ropa de mujer, campanillas en los pies y hasta senos artificiales. Muchos de estos niños, por desgracia, no tienen otra salida para sobrevivir y llevan con orgullo su status social.

En Albania y Kosovo existen las Burrnesh, vírgenes castas que se convierten en hombres para heredar las propiedades familiares ante la ausencia de una figura masculina. Tienen privilegios vetados a las mujeres como llevar armas, fumar, votar, conducir, ganar dinero o llevar pantalones. Es el único cambio de género permitido en Europa que se rige por el código medieval de Lek Dukagjini del siglo XV. Eso sí, estas mujeres tienen que hacer un juramento en el que se comprometen a ser vírgenes para el resto de sus vidas.

En la tribu Kurya, al norte de Tanzania, son habituales los matrimonios “Nyumba Ntobhu” mujeres que se casan entre sí y que les permite tener independencia económica, librarse de bodas prematuras, de la ablación y de maridos agresivos. Eso sí las relaciones lésbicas están prohibidas y estas mujeres hasta pueden tener amantes masculinos. Mientras que en Mozambique los amigos pueden “prestar” a sus parejas si existen problemas de fecundación. Algunos hombres Bantúes de África sudecuatorial se untan el pene con veneno antes de mantener una relación sexual. Creen que esto no afectará a su mujer, pero si al posible amante. En el Congo, cuando una mujer de la tribu Azande se casa, su madre debe escupirle la espalda. Se cree que si esto no ocurre la mujer será esteril.

El pueblo Bugis de Indonesia divide la sociedad en cinco géneros diferentes. Dos son análogos a cisgénero masculino y femenino, y los tres restantes no son fácilmente comparables a las ideas occidentales de género: Bissu, Calabai, Calalai. al universo Bissu de los habitantes del sur de Sulawesi, en Indonesia, una sociedad en el que los roles del género se mezclan con total naturalidad y son aceptados por la comunidad como símbolo de espíritus puros.

En el Líbano, uno de los países de mayoría musulmana donde son más tolerantes ante la homosexualidad dentro de una sociedad donde se acata la ley de la Sharia, la “zoofilia heterosexual” es lícita. Sólo se pueden tener relaciones con hembras de animales (como ovejas o cabras donde son muy apreciadas en el mercado sexual) y si alguien es pillado en plena copulación con un animal macho la condena puede ser a muerte.

La ley islámica es tan estricta que en muchos países musulmanes como Arabia Saudí o Bahrein los genitales son tabúes: Los ginecólogos tiene problemas para realizar su trabajo porque los más religiosos sólo revisan a sus pacientes a través del reflejo de un espejo porque tienen prohibido mirar los genitales directamente. En Irán está permitido los “casamientos temporales”. Los hombres pueden pagar un impuesto por tener relaciones antes de la boda ya que tener sexo sin estar casados está muy mal visto. En Yemen, el negro es un color atractivo sexualmente y las mujeres se pintan de ese color para despertar el apetito sexual de sus cónyuges. En algunos países árabes es común que un hombre se case con su cuñada y su nuera si estas quedan viudas. Lo mismo harán las mujeres con sus cuñados y suegros.

En las Islas del Pacífico que las mujeres lleguen vírgenes al matrimonio está muy mal visto. Existe una profesión masculina que es la figura del “follador” y es muy valorada. Se trata de hombres cuya ocupación es desvirgar mujeres. De esta manera, se trata de que las féminas cojan experiencia en el sexo y, de esa manera, les sean fieles a ellos. No sabemos de casos de alguna que se haya quedado “enganchada de un follador”.

Los rituales de iniciación a la masculinización de la tribu de Los Sambia, una tribu de los altiplanos orientales de Papúa Nueva Guinea son sorprendentes. Están “Los guerreros del semen”. Es lo que se conoce como “homosexualidad ritualizada”. Para los sambia, el proceso de convertirse en hombres, hacia los siete años de edad, empieza por un proceso de masculinización ritualizada que se completa únicamente cuando el joven tiene un hijo. Este proceso se inicia con una serie de prácticas destinadas a purgar el cuerpo masculino de los efectos contaminantes y feminizantes del contacto con las mujeres. De hecho, las mujeres tienen su propia choza menstrual donde dan a luz y celebran sus ceremonias, mientras los hombres lo hacen en las suyas propias: rituales masculinos militares y secretos se producen en ese club. Las casas de los hombres y de las mujeres son tabú para el sexo opuesto.

Los Lepcha,en la India alientan la práctica sexual entre adolescentes y niños. Otro pueblo, los Murias mandan a sus chicos a colegios donde compartirán con otros niños actividades sexuales. En Nepal es común que sea la mujer la que tiene muchos maridos.

En Groenlandia, en los pueblos del Ártico y en algunas regiones de Asia central es común que el anfitrión agasaje a sus invitados dejando que pasen la noche con su esposa. Rechazarla sería un insulto, por eso, es de buena educación aceptarla y atenderla.

Los Mardudjara, del grupo étnico mardu, una tribu de aborígenes australianos asentados mayoritariamente en Jigalong, al oeste de Australia, es remarcable su homogeneidad social, cultural y lingüística. Y tienen un ritual de iniciación para los hombres que consiste en arrancarles uno de los dientes frontales, cortarles el prepucio y hacérselos comer, para después bañarlos en sangre y aceptarlos como hombres recién nacidos.

Los Sakalaves, una tribu local establecido en la costa occidental de Madagascar que hablan una lengua malayopolinésica, se burla de quienes son estrictamente heterosexuales.

Así podríamos seguir contando todo tipo de curiosidades que ponen de relieve que, en definitiva, las costumbres sexuales son reflejo de la cultura.

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