La seño Josefa y alumnos de un colegio de Huelva, rompen las barreras de la transfobia dentro y fuera del aula

Este mural realizado por el alumnado del Colegio Público Príncipes de España de Huelva con el mensaje “los niños tienen ♥, las niñas tienen ♥ ¡Esto es lo que importa!” ha dado toda una lección al autobús transfóbico de Hazte Oír. En Andalucía precisamente ejerce como docente Josefa Suárez Míguez, una de las pocas profesoras transexuales en esta comunidad y ex presidenta de la Asociación DefrenteLGTB, que fue una de las diez galardonadas el pasado 28 de febrero por el Gobierno andaluz con la Bandera de Andalucía 2017. Josefa es maestra de primaria en el colegio Gloria Fuertes de la localidad sevillana de Dos Hermanas. Desde pequeña ansiaba convertirse en mujer y fue en 2008 cuando culminó su transición a la Seño Josefa. Antes había ejercido durante cuatro años como maestro en su actual colegio.

Josefa, de 57 años de edad, ejerce la docencia en este centro desde hace doce años con el apoyo de sus compañeras y compañeros, y con el acompañamiento que el alumnado y sus familias le han mostrado en todo momento desde su transición. La Junta de Andalucía valoraba la capacidad de superación y la excelencia educativa de esta profesora que sigue trabajando como otra más y es “un ejemplo para los niños y niñas que se encuentre en su misma situación”, dice la Junta. Josefa fue premiada también por desarrollar “un discreto pero efectivo activismo por los derechos LGTBI. Es una luchadora por esta causa a la que no le gusta el protagonismo ni estar en el foco mediático”.

Contar públicamente su historia personal no le apetece pero reconoce que tiene el deber de hacerlo para visibilizar al colectivo: “Hacemos una vida normal, tenemos nuestro trabajo y nuestra familia como cualquier otra persona. Para las familias de mis alumnos soy una persona con una capacidad profesional demostrada y moral intachable que para nada tiene que ver con lo que tenga en sí como transexual que, en definitiva, no es más que una identidad distinta al resto de personas. No soy ni mejor ni peor que los demás”, insiste.

Su proceso de transformación fue complicado, más aún en una época de la década de los setenta cuando nadie hablaba de transexualidad por desconocimiento y todo era pecado. Asegura que cuando despertó su sexualidad en la adolescencia llegó a pensar que estaba loca porque no se sentía como los demás.  Pero, con el tiempo conoció a la que es su actual pareja, con la que se casó y formó una familia hace ya 36 años y con la que tiene un hijo. Encontró las fuerzas para poder decirle quién era a su pareja e hijo (cuando éste ya fue mayor para poder entender) y recibió total apoyo. Volvió a nacer un 12 de diciembre de 2008, el día en el que fue intervenida para la reasignación genital y se rebautizó con el nombre que le hubieran puesto sus padres si hubiera nacido niña: Josefa.

Esta maestra sevillana insiste en que la transexualidad es algo inherente a la persona desde que nace y considera que lo que define a cualquier mujer es mucho más que la capacidad de engendrar. No le preocupan quienes no aceptan la transexualidad porque pasa lo mismo que con los intransigentes que tampoco lo hacen con personas de otras razas, condición social o ideológica.

Volviendo al polémico autobús transfóbico, la Asociación de Transexuales de Andalucía-Sylvia Rivera ante el anuncio de la entidad Hazte Oír, de pasear el “Bus Transfóbico” por las ciudades de Sevilla, Málaga y Cádiz, insta a los Ayuntamientos de las citadas ciudades y al Parlamento de Andalucía, a que engalanen la bandera trans, así como a que manifiesten públicamente la condena al odio y la transfobia de dicha campaña, siguiendo las iniciativas de los Ayuntamientos de Madrid, Valencia, Barcelona, Zaragoza, Pamplona y de las Comunidades de Madrid y Navarra.

“Esta polémica que ha generado la campaña de odio, ha reafirmado a la sociedad en la defensa de la diversidad, respeto, tolerancia e inclusión, siendo un sentir de más del 70% de la ciudadanía, por lo que las instituciones que tienen el deber de velar por la convivencia democrática de las ciudadanas y ciudadanos, han de recoger el mensaje que estos le trasladan”, declara Mar Cambrollé, presidenta de ATA-Sylvia Rivera, quien añade, “Andalucía ha sido la primera región de España y de Europa en aprobar por unanimidad un marco jurídico que garantiza los derechos de las personas trans y nos protege de la discriminación, por lo que este tipo de “agresión” a la dignidad de las personas trans y en concreto contra la infancia y la juventud, no tienen cabida”.

Desde ATA-Sylvia Rivera, hacen un llamamiento a la ciudadanía, al colectivo LGTBI y familias, a que salgan a las calles para expresar la más contundente repulsa e instan al Defensor del Menor y al Fiscal Superior de Justicia, para que desde el marco de la Constitución, Estatuto de Autonomía y Ley Trans, apliquen las posibles sanciones a que hubiera lugar.

“Es urgente que la Ley contra los delitos por LGTBIfobia en trámite en el Parlamento Andaluz, alcance el consenso unánime que la haga una herramienta contra la discriminación y delitos de odio”, explica Cambrollé.

De momento, el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Sevilla rechazado esta semana que el autobús “transfóbico” de Hazte Oír circule por la capital andaluza y ha anunciado que estudiará todas las medidas legales posibles para evitarlo y que si finalmente llega a la ciudad sevillana se le recibirá con la bandera del “orgullo trans” ondeando en el Ayuntamiento de Sevilla.

La delegada de Juventud, Igualdad y Relaciones con la Comunidad Universitaria, Myriam Díaz, ha dicho que “no es bienvenido” en una ciudad “que apuesta por la igualdad, por el respeto a la identidad de género y la convivencia”. Ha indicado que en Sevilla no tienen cabida “mensajes que incitan al odio” y ha anunciado que, tras conocer los planes de Hazte Oír de circular por varias ciudades andaluzas, entre ellas la capital, el Ayuntamiento promoverá acciones institucionales para defender lo derechos LGTBI y con los distintos grupos “para declarar el autobús de la vergüenza como non grato”.