Cortijo Cabrilla es una antigua casa de labranza emplazada en el interior de una finca de olivos y algarrobos centenarios y árboles frutales (naranjos, melocotón, almendros…).
La casa ha sido reformada por completo, respetando la construcción original y su estructura, anchas paredes de piedra, algunos techos de caña y vigas vistas de madera. A la entrada hay un amplio porche desde el que se disfrutan de unas estupendas vistas al valle a la sierra y a pueblos de los Montes de Málaga.
La casa se distribuye en dos plantas.
En la inferior se sitúan la cocina, de estilo rústico, completamente equipada con lavavajillas, microondas, horno eléctrico, placa de inducción, etc. El comedor con chimenea y horno incorporado (para pizzas y patatas asadas) y televisión. Una sala de estar con televisión, tres dormitorios, un baño y un estudio independiente (con cuarto de baño, cocina y chimenea).
En el exterior, dispone de un antiguo horno de cocer pan (utilizable), barbacoa, zona ajardinada, zona de juego para niños, amplias terrazas, porche y una amplia zona de recreo con piscina, jacuzzi, césped y tumbonas.
El Cortijo Cabrilla está situado en la aldea de Vilo, en la montaña de la Axarquía malagueña, entre las sierras de Tejeda (La Maroma) y de Almijara y rodeado por agrestes y escarpadas sierras, como la Sierra de Enmedio, Palomera y Jobo, o como el nacimiento del río Batán, lo que lo convierte en un hermoso paraje natural para la realización de numerosas actividades.
El lugar, ubicado a medio camino entre la playa y la montaña, hace de él un sitio ideal para sus vacaciones en verano y en invierno debido al clima mediterráneo, caracterizado por inviernos muy suaves y veranos cálidos, con un agradable fresquito por la noche. Es de fácil acceso y bien comunicado tanto por la autovía del Mediterráneo, la A-7, dirección Vélez Málaga, como por la autovía A-45 ó N-331, dirección Antequera y Málaga, desvío de Casabermeja.
En este entorno encontramos una constelación de pueblos y aldeas, escalonadas en la montaña, en las que todavía se pueden encontrar tradiciones y costumbres populares, además de la elaboración de un excelente aceite (Cooperativa de Mondrón, con un pequeño museo para visitar).
A un kilómetro y medio de distancia se hallan los Baños de Vilo, antiguo balneario árabe con más de un milenio de historia a sus espaldas y de buenas propiedades para la piel. Destacan, además, la arquitectura popular, campos cultivados de almendros, olivares, naranjos y frutales como el conocido melocotón de Periana. Encinas, chaparros, algarrobos, matas de tomillo y romero… hacen de este paisaje el lugar ideal para relajar los sentidos.
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