Los hombres homosexuales alteran el lenguaje corporal en el trabajo para evitar ser etiquetados como “muy gays”
Travis Dean Speice, un sociólogo de la Universidad de Cincinnati, quería averiguar si los hombres homosexuales modifican su lenguaje corporal o estilo de ropa en su lugar de trabajo para evitar ser visto como “demasiado gay”. Para ello, entrevistó a 30 hombres, principalmente residentes en el Medio Oeste de EE.UU, a los que les preguntó sobre las nociones de masculinidad, la homosexualidad y sus roles de trabajo.
“Aunque no existe una regla estricta de la masculinidad en general, hay un montón de inquietudes relacionadas con la gestión de la identidad y la auto presentación para los hombres homosexuales en muchos entornos profesionales”, explicó el sociólogo
Speice basó su estudio a partir de la entrevista inicial hasta los diversos escalafones en la jerarquía de las empresas y descubrió que si un hombre gay siente que sus supervisores o sus jefes directos no están de acuerdo con la población gay, suelen ocultarles su sexualidad: “En su lugar, puede probar con una variedad de estrategias, incluyendo el cambio en la forma de vestir, su forma de hablar y de gesticular para decidir a quién revela su sexualidad a las personas en su ámbito laboral”, enfatiza el sociólogo.
Speice ha averigüado que algunos hombres homosexuales presentan una versión más masculina de sí mismos en el trabajo: “Esto ocurre cuando no se sienten seguros cuando están rodeados de ciertos supervisores o compañeros de trabajo. Mientras que muchos hombres homosexuales tienen carreras donde son respetados y aceptados siendo ellos mismos, muchos otros sienten que tienen que ocultar y modificar sus características de comportamiento y hablar, actuar y vestirse más profesional”.
Lo que Travis Dean Speice determina como “más profesional” se traduce en este sentido como “más masculino”. Es decir, la homofobia sigue imperando en el ambiente laboral en general, para que nos vamos a engañar.
“Muchos de los que han participado en esta investigación no discuten que quieren ser auténticos pero sin que su sexualidad afecte a su posición en el trabajo ya sea positiva o negativamente”, matiza el sociólogo.
Se dice que algunos hombres homosexuales evitan el uso de ciertos colores brillantes por miedo a ser etiquetados de extravagante. Incluso Speice destacó uno de los encuestados que suele utilizar gestos de las manos más exagerados procuraba evitarlos en el trabajo porque equivalía a mostrarse “débil y poco masculino”: “Él sentía que era menos un problema de masculinidad y feminidad y más un problema de intimidación en el trabajo por parte de compañeros y personas que no aceptan esos comportamientos que incluyen gesticular mucho”.
Speice explicó que aunque él no pidió específicamente a los encuestados si su comportamiento en el trabajo les ha causado ansiedad: “Algunos hombres manifestaron la incomodidad que experimentan en el trabajo, sobre todo, si se siente armarizados en el ámbito laboral y no se comportan de la misma manera en otras áreas de su vida”.
En este sentido, muchas de las personas que participaron en la encuesta tampoco valoraron sus opciones de ropa como algo negativo o positivo. Simplemente contaron que estaban cumpliendo con lo que veían como ropa de vestir “profesional”.
Lo que ellos llaman “profesional” en realidad es cómplice de la cultura de trabajo a la hora de vestir bajo las premisas de la heteronormatividad.
Un estudio de 2014 de la Campaña de Derechos Humanos (CDH) encontró que el 53% de los trabajadores LGBT en los EE.UU. dicen que no están fuera del armario en el trabajo, si bien esta cifra probablemente ha disminuido en los últimos dos años.
La Comisión de Oportunidades de Empleo de USA (EEOC) publicó datos en abril de revelar que se había producido un aumento del 28% en las quejas por discriminación de empleados LGBT en los 12 meses anteriores. Se sugirió que esto era debido en parte al mayor número de personas que salen en el trabajo a raíz de la sentencia del Tribunal Supremo del verano de 2015 que legalizó el matrimonio del mismo sexo.
Por eso en Loottis te damos estos consejos para salir del armario en tu empresa y no morir en el intento:
- Pregúntate cual es tu entorno de trabajo: Tienes que pensar que día a día convives y trabajas con un montón de personas y que esa gente estará ahí para bien o para mal cuando salgas del armario. Así que apechuga con las consecuencias porque si todo te sale bien estas serán positivas y no veas la carga que podrás quitarte de encima.
- Si salgo del armario en el trabajo y va mal ¿tengo otras opciones de trabajo?: Piensa que en España la legislación vigente te protege contra la discriminación pero muchas veces un juicio de este tipo se puede llevar mucho tiempo. Así que piensa bien tus circunstancias y valora lo que te puede compensar.
- Preparate porque habrá preguntas indiscretas: Piensa que también puede darse el caso de que todo el mundo sea bien educado y tengas buena suerte pero lesbiana o gay prevenido vale por dos.
- Se natural no has hecho nada malo, todo lo contrario. Si tu te lo tomas como algo común y corriente es más probable que los demás se lo tomen así también.
- Sal por ti mismo: Tienes que hacerlo por convencimiento propio porque sino serás tu el que apechugue con las consecuencias positivas y negativas de tus actos.
Salir del armario en el trabajo es una decisión muy personal. Recuerda que forzar las cosas no es necesariamente bueno.
¿Y tú ya saliste del armario en el trabajo?.
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