“Si hubiese seguido allí, me hubiera suicidado”. Las terapias homófobas de Reig Pla
Juan Antonio Reig Pla es un sacerdote católico y obispo en Alcalá de Henares, Madrid.
Si bien ha sido protagonista de varias polémicas tras este tiempo, ahora, los medios de comunicación hacen eco de la desagradable ofensa que este ha causado.
La gravedad del asunto se debe a las sesiones ilegales de pseudoterapias para revertir la homosexualidad, teniendo un fuerte componente religioso, que el obispado impartía junto con una terapeuta que no está colegiada como psicóloga, y dice ser doctora en biología.
Los integrantes se sometían a preguntas de todo tipo: si veían porno, si se masturbaban, qué clase de porno veían o el tipo de chicos que les gustaban. Hubo casos de niños a los que les dijeron que tenían que reparar su masculinidad herida. Según las fuentes revelan que esas heridas son la causa de la homosexualidad.
Además de trabajar las terapias en persona, utilizaban una dirección de correo corporativa
del obispado, en el que enviaban materiales como el que se muestra en la foto de abajo.
Las terapias no sólo se realizaban a homosexuales mayores de edad. También, eran acogidos menores como el caso de un chico, que realizó su primera sesión con 13 años y duró más de 3 años. “Me dijeron que mi orientación sexual suponía un problema. Como mi familia era para mí lo más importante, decidí ir a la terapia para curarme”. Explica el presunto. Su asistencia le generó un trauma del que todavía tiene secuelas hoy, con 20 años de edad.
“Yo estaba mal, me hundía más, me sentía como una mierda. Si hubiera seguido allí me hubiera suicidado”. Lamentaba.
En el caso de otro menor de edad, en 2008 sus sesiones tuvieron lugar en ‘el Centro
de Orientación Familiar de Murcia’. En ese momento, Reig Pla era el Obispo de la
diócesis de Cartagena-Murcia. “Me dijeron que tenía que curarme sí o sí,
un cura amigo de mis padres les comentó que podían tratarme para cambiar mi orientación”.
Actualmente se siente feliz por haber logrado salir de las terapias. “La relación
con mis padres es ahora muy buena. Se llevan muy bien con mi marido, le tratan
como a un hijo”, sentencia.
Tras conocer esta información Más Madrid ha denunciado ante la Comunidad y pide
45.000 euros de multa, la sanción máxima estipulada, por los hechos que podrían estar
estar en conflicto con la ley regional de Protección Integral contra la LGTBfobia.
Si la denuncia prosperara, podría llegar a suponer que, durante tres años, la diócesis quedara inhabilitada.
El Observatorio Madrileño contra la homofobia, transfobia y bifobia y COGAM, el colectivo
LGTBI+ de Madrid, también han denunciado estos cursos. Ambos piden a las instituciones que se aplique la ley LGTBI vigente en la Comunidad de Madrid y exigen que se pongan en marcha las medidas pertinentes.
Para defender estos derechos, distintos colectivos LGTBI, como Kifkif o Diversa, han convocado una concentración con el lema: “Nuestro amor no se cura”.
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