Si rara vez disfruto de relaciones sexuales con otros hombres, ¿puedo seguir llamándome gay?
La Red de Educación y Visibilidad Asexual define a los graysexuales o los “gris-asexuales” como individuos que normalmente no experimentan atracción sexual, pero sí a veces, y que tienen un deseo sexual muy bajo. Dicen los expertos que las identidades sexuales pueden cambiar a lo largo de nuestra vida pero, a veces, cuando no tenemos deseos sexuales simplemente pensamos que es porque no nos apetece.
Cuenta el periodista Dan Beeson en el portal Gay Star News su experiencia personal para que aclaremos los conceptos: “Pregúntale a alguien cercano a mí desde mis días universitarios, hace apenas cuatro años, y dirán que yo era un desviado sexual”, comienza su reflexión. “La verdad es que casi el 100% de mis encuentros sexuales eran en el mejor de los casos insatisfactorios y, en los últimos años, también cada vez más fugaces. No es porque fueran necesariamente “malos” sino porque mi impulso sexual ha disminuido. Es porque nunca he entendido el antojo por el sexo. En la rara ocasión que disfruto de sexo tiene que ser con alguien con el que he desarrollado una conexión, sexual o emocional, con el tiempo (que debería ser la forma en que es de todos modos, ¿verdad?) Pero cuando se trata de estar en línea, no busco sexo para tener relaciones sexuales, es superfluo para mí, lo que busco es un solo hombre porque es el camino más corto a los sentimientos imaginarios de intimidad, por muy dañinos que puedan ser, especialmente si va en contra de mi naturaleza sexual”, explica el columnista.
Y continúa su relato: “Recientemente me divertí con un tipo que realmente me atrajo, pero la experiencia me deja con tal sensación de ‘traición’ a mí mismo después de que él se va que en la mayor parte no disfruto de sexo. Me identifico entre la asexualidad homoromántica y el gris-sexual. Identificarme como hombre gay significa tener relaciones sexuales con hombres y, a veces, encuentro un diamante en bruto que puede alimentar el fuego de mis deseos sexuales menguantes. Pero, ¿qué pasa si estoy tratando de decirme algo más acerca de mi identidad sexual y emocional?”, se pregunta.
Según Steve y Tom, una pareja entrevistada por el Hufftinghton Post acerca de su relación asexual homoromántica, decían que son “individuos atraídos románticamente por el mismo género pero no sexualmente atraídos por ningún género”.
Beeson explica que “La realidad de las comunidades gays de ciudades grandes y saturadas de hoy en día, como Londres, donde vivo, es una elección abrumadora y una presión que incapacita a muchos de darse cuenta y abrazar sus verdaderas necesidades personales incluso cuando se conocen. Tuve sexo con hombres a menudo porque sentí la presión para satisfacer la definición de ser gay pero si ser gay no es mi identidad exacta o única que da el sentido del ajuste en el sexo, me permito explorar los campos de mi sexualidad verdadera en ella porque es más plena y me permite tener experiencias, incluso si son menos comunes, pero de mayor calidad para mí. Mi única preocupación ahora es ¿voy a conocer a alguien que me enamore pero que acepte no tener relaciones sexuales a menudo?”, se cuestiona.
Y continúa Beeson, “si tengo que ser flexible. Es decir, tener relaciones sexuales para satisfacer las necesidades de mis compañeros, obtener lo que necesito de ellos: Mi contacto físico preferido de caricias y besos; entonces no soy tan opuesto al sexo que no lo tendría y probablemente lo disfrute con mi pareja. En mi corazón siento que mi verdadera identidad radica en el espectro asexual, ya sea como un homoromántico asexual o gris-sexual, y sólo se le permitirá florecer si me dirijo a los comportamientos destructivos que lo mantienen inhabilitado. Supongo que se podría decir que éste es mi despertar sexual, aunque no estoy seguro de dónde miento en el espectro asexual para poder ponerle una etiqueta. Creo que mi sexualidad es fluida, así que estoy bien con eso”, dice.
Y concluye el artículo diciendo: “Espero que al menos la gente puedan entender la fluidez de la sexualidad y su falta de constancia”.
Según The Asexuality Archive, “La diferencia entre un asexual y un gris-asexual es de atracción, no de comportamiento” y añade que el término “gris-asexual” es un término intencionalmente vago, que abarca un gran grupo de personas. La gris-asexualidad se considera “un área gris” en la cual una persona puede “ocasionalmente sentir atracción sexual”. De ahí lo complejo de la definición.
Sari Locker, educadora de sexualidad en el Colegio de Profesores de la Universidad de Columbia, ha afirmado en una entrevista que los gris-asexuales “sienten que están en un área gris entre la asexualidad y la sexualidad más típica”. Además, los que “no están seguros si lo que experimentan es atracción sexual” son también incluidos bajo este término.
Gris-asexualidad también está relacionada con la demisexualidad, que se refiere a las personas que “pueden sentir atracción sexual secundaria cuando se ha formado un fuerte enlace emocional con la otra persona”.
La Red de Educación y Visibilidad Asexual, igual que las páginas de blogs como Tumblr, han dado la posibilidad a las personas gris-asexuales a encontrar aceptación en sus comunidades.
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