Un body psicodélico para el Orgullo “a lo Beyoncé” y un peluquero influencer: Los Gipsy Kings están que se salen
Sólo hace tres semanas que volvieron a nuestras vidas y las estirpes gitanas de los Gipsy Kings nos tienen enganchados al televisor la noche de los miércoles. Y es que no queremos perdernos ni un poquito de las historias de nuestras cuatro familias favoritas. Sin duda alguna, las estrellas indiscutibles de este nuevo programa han sido Las Salazar que, tras intentar evitar que el patriarca Carlos se hiciera un injerto de pelo, su hija Noemí tenía la solución perfecta: el contouring y ¡que se muera de la envidia la Kim Kardashian! El problema es que el experimento les salió mal y al final a Carlos no le gustó la fallida caracterización a lo Batman.
Siguiendo su incursión en el mundo del Orgullo, por fin, Úrsula, la nieta transgénero de la Paqui visita con su abuela el “barroco” hogar de las Salazar para que le diseñen un body psicodélico que estrenará en el desfile del Orgullo y, tras tomarle medidas, Raquel le dice a la chica trans: “Te faltan caderas… una mujer tiene que tener sus morcillas que le sobren… Quiero darle a tu body mi puntito “Beyon” (de Beyoncé)”. Con el consiguiente entusiasmo de la joven y el entusiasmo de Raquel: “¡Nos estamos poniendo de moda en el mundo gay!”.
Pero se mascaba la tragedia y Toby, la mascota posesa familiar, quería marcar su territorio y para demostrarlo se meó en la bata de cola que Raquel tenía de exposición. “Máma esto mancha tu reputación”, le dijo Noemí y agregó: “Carolina Herrera y Gucci no llevan sus clientes a casa”. Lo que sirvió para que Raquel reflexionara: “Estamos uniendo vida sentimental y personal con negociable…”
El pipí de Toby les dio pié a las Salazar para visitar a un asesor con la intención de montar una tienda propia pero la idea de tanto papeleo y las recomendaciones que se buscaran un gestor y un abogado que les llevara las cuentas, no les gustó. “¿Un abogado para qué?”, respondió Raquel “Si yo tengo mi marido y la libreta de toda la vida donde llevo las cuentas la mar de bien”. La matriarca estaba dispuesta a demostrar su preparación de cara a esta aventura empresarial: “Yo hablo cinco idiomas con el traductor de Google”, afirmación que vino reforzada por su hija: “¿Cómo no vas a poder tú?… Si todas las empresas grandes tienen al final una “S.A.” …de Salazar”, reflexionó.
Mientras tanto en el barrio de las 3000 viviendas de Sevilla, el fashionista gay Cristo Contreras enfrentaba su primer día de trabajo en la peluquería pertrechado con una larga alfombra roja y un misterioso paquete de grandes dimensiones. Su socia, María la colombiana, le reprochaba las horas a las que venía y el estilista le espeta: “¡Encima que vengo con ideas nuevas y que te voy a traer a un famoso a la peluquería: Manuel Cortés, el rey del corte gitano!” Ante la ignorancia de la peluquera sobre quién era el tal Cortés, Cristo le mostró un cuadro y un vídeo en Internet de quien se define como el “nuevo influencer de la moda gitana en peluquería y estilo”.
“En corte y diseño el negocio se puede multiplicar por 20. Esto va a ser un mini Hollywood. Nos haremos con Sevilla y parte de América”, sentenció Cristo pero La colombiana le devolvió los pies a la tierra: “Si Cristo, pero tienes que tener humildad en todo”.
En otro punto del barrio, Saray, la matriarca de Los Montoya estaba ajena a la traición profesional de su amigo mientras terminaba de darle los últimos toques a su recién estrenada tienda “Quiero que cristo me haga los escaparates porque si brillan todo el mundo mira”. Y ahí llego Cristo con pocas ganas de trabajas y excusas de que estaba muy liado lo que puso a Saray con la mosca detrás de la oreja: “El Cristo no me echa cuenta, a lo mejor está enamorao, porque pierde los papeles cuando se enamora…”. El estilista lo tenía claro: “No sabía cómo escaparme de allí. No tengo ninguna ganas de montar el escaparate después de ofrecerme ser ayudante de peluquería pero no quise decir nada porque conociendo a la Saray… saca al genio de la lámpara y….”.
¿Qué pasará la próxima semana? Ya veremos cómo le van a los Fernández Navarro, los “reyes del lujo” de Mallorca y su “vuelta al mundo en 79 días a los Willy Fog” después de su terrible experiencia en Tailandia donde les han dado de comer insectos y platos súper picantes, les han dado un masaje que más parecía una paliza y se han pintado el pelo a dos colores por las locas ocurrencias del patriarca. En cuanto a los Jiménez, los “reyes del mercadillo” de Plasencia estando en pleno proceso de “pedido” de la Rebe les llama el bailaor granadino Juan Andrés (de la familia de los Maya) para comunicarles que quiere hacer un musical sobre su madre, la Salvaora, y quiere que lo protagonice la Rebe pero su padre no le ve “arte” a su hija y le propone como alternativa a la mediana del clan, la Susi, lo que logra no solo enfrentar a las hermanas sino la demostración palpable que Daniel, el patriarca, es un completo desastre grabando a sus hijas para el casting y que jamás han tocado un ordenador y para ellos Internet es un mundo indescifrable.
Fotos: pantallazos de los Gipsy Kings que emite Cuatro.
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