Una de cada tres personas en el mundo cree que el matrimonio del mismo sexo debería ser legal
Una encuesta publicada por ILGA destaca que en 2016 por primera vez en la historia, la mayoría de los habitantes del planeta cree que ser una persona LGBTI no debería estar prohibido y uno de cada tres opina que las parejas del mismo sexo deberían poder casarse libremente aunque, contradictoriamente, dos tercios de los individuos adultos del mundo les molestaría si su hijo les dijera que es homosexuales o bisexual.
Se trata de una investigación en la que ha participado más de 100.000 personas de 65 países. Un dato significativo es que el 32% de los encuestados opinaba que el matrimonio entre persona del mismo sexo debería ser legal, frente a un 45% que dijo que no debería ser legal y el 23% restante que no respondió a la pregunta.
La ILGA considera que el desglose muestra cuán profundamente se dividen las opiniones sobre este tema dependiendo del continentes y de las regiones en las que se formule la pregunta.
Sólo el 19% de los africanos y el 26% de los asiáticos dijeron que aprobaban el matrimonio del mismo sexo, en comparación con el 35% en el continente americano, el 41% en Europa y el 56% en Oceanía que se muestran favorables.
Otros resultados que analizó la ILGA y que resultan interesantes es que el 67% de los habitantes del mundo está de acuerdo que los derechos humanos deben aplicarse a todos por igual, independientemente de su orientación, identidad de género o expresión sexual. Mientras que un 46% de los encuestados dijo conocer a alguien gay, lesbiana o bisexual frente a un 28% que manifestó conocer a alguna personas transexual.
El 38% de los encuestados cree que a los adultos a nivel mundial se les debe permitir tener relaciones homosexuales privadas y consensuales. Sólo el 26% cree que ser LGBTI debería ser un delito. Mientras que el 65% no tendría preocupación si su vecino fuese homosexual o lesbiana. Así lo manifestaron en una horquilla que va entre el 43% de los habitantes de países africanos y el 83% de Oceanía.
“La actitud del público en naciones hostiles y amistosas no son tan extremadamente negativas como era de temer”, explica Renato Sabbadini, Director Ejecutivo de ILGA, “Sin embargo, esto no borra el hecho de que la violencia y la discriminación infligidos a las personas sexualmente diversas y de género en todo el mundo no ha disminuido y, de hecho, está aumentando en algunos lugares del mundo. Con demasiada frecuencia, todavía vemos que las minorías sexuales y de género siguen siendo cabezas de turco muy convenientes para los líderes que buscan el apoyo de los sectores más conservadores de la sociedad”.
Hoy por hoy, el matrimonio homosexual es legal en 23 países de todo el mundo. Unas cifras muy bajas que demuestran que todavía hay que luchar para cambiar la mentalidad de las personas a través del conocimiento y la información.
La Asociación Internacional de Gays, Lesbianas, Bisexuales, Trans e Intersexuales, en inglés International Lesbian and Gay Association (ILGA), es una federación que congrega a grupos de distintas nacionalidades dedicados a promover la defensa de la igualdad de derecho para lesbianas, gais, bisexuales y transgénero de todo el mundo.
Fue fundada el 8 de agosto de 1978 en Coventry, Inglaterra, durante la conferencia de la “Campaign for Homosexual Equality” (Campaña por la igualdad de los homosexuales), a la cual, asistieron 30 hombres en representación de 17 organizaciones de 14 distintos países. Y en la actualidad reúne entre sus miembros a más de 650 organizaciones de alrededor de 90 países oriundos de todos los continentes. Es la única federación internacional dedicada a reunir ONGs y entidades sin fines de lucro, concentrando su actuación a nivel global con el fin de luchar contra la discriminación por orientación sexual.
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