Una familia homoparental en una serie infantil por primera vez: Educando para la diversidad
Desde hace años, los personajes LGBT se van colando tímidamente en las series y cuentos infantiles. No son pocos los que aseguran que el extravagante Bob Esponja es gay y hace años hubo una gran polémica en varios países a raíz de la supuesta orientación sexual de Tinky Winky, un Teletubbie morado con dejes amanerados que tenía un triángulo invertido en la cabeza y siempre lleva bolso. Sin embargo, ninguno de estos casos fue un intento explícito y claro de fomentar el respeto a la homosexualidad como las series y películas de animación más recientes que afrontan cada vez con más naturalidad este tipo de temas. Producciones como Hora de aventuras, Historias corrientes o El asombroso mundo de Gumball presentan universos poblados por personajes dispares que no le dan importancia a sus diferencias.
La última aparición de personajes gays han sido los padres de Clyde McBride, uno de los mejores amigos de Lincoln Loud, el único varón de la serie de animación “Una casa de locos” que estrenó la cadena televisiva para público infantil y adolescente, Nickelodeon, el pasado 16 de mayo en España y Latinoamérica. Es la primera vez que se muestra a una pareja homoparental con total naturalidad en una serie para niños.
Una casa de locos es una disparatada historia de la familia de un niño de once años que tiene 10 hermanas. Su mejor amigo, Clyde McBride, le acompaña en todas sus aventuras y está perdidamente enamorado de la hermana mayor de Lincoln, Lori, una adolescente de 17 años.
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En el episodio titulado “Overnight Success”, Lincoln y Clyde convencen a sus respectivos padres de que les dejen celebrar una fiesta de pijamas y pasar juntos la noche. Entonces en la puerta de la casa de los McBride hacen aparición ambos padres de Clyde, Howard y Harold, que le dan todo tipo de instrucciones sobre todo lo que debe o no hacer. Clyde es hijo de un matrimonio de dos hombres, (que particularmente tienen cierto aire a Cameron Tucker y Mitchell Pritchett, la pareja homosexual de Modern Family que tiene adoptada a Lily, una niña asiática). El acierto de la serie es que lo muestra como algo totalmente natural y cotidiano pero hay un indudable guiño cuando llaman a la puerta y Lincoln dice “Es hora de hacer historia”.
Howard y Harold se muestran con unos padres superprotectores que le dan a su hijo todo tipo de indicaciones, una larga lista de números de emergencia, una foto suya para que no se olvide de ellos y se emocionan porque es la primera noche que pasa fuera de casa.
En Loottis hemos querido hacer un repaso a los personajes de dibujos animados que han mostrado la diversidad con naturalidad.
En Hora de Aventuras hay muy buenos ejemplos, como el capítulo en el que Finn, el joven protagonista, rompe el cliché tradicional de los cuentos de hadas y besa a una rana monstruosa para que se convierta en príncipe. Otro personaje, BMO, es una especie de videoconsola portátil con vida propia que navega entre la asexualidad y la ambigüedad sexual, ya que se trata de un ser sin género (una máquina) que a nivel emocional se relaciona indistintamente con criaturas masculinas (un señor burbuja) y femeninas (una gallina de corral). En su comportamiento también se observan actitudes tanto de chico como de chica. Sin embargo, la referencia más llamativa se encuentra en el subtexto de la serie, donde se deja entrever que dos de las protagonistas, la vampiresa Marceline y la princesa Chicle mantuvieron en algún momento una relación que iba más allá de la amistad.
En la gran pantalla también van surgiendo ejemplos. Como la gran polémica en torno a la posibilidad de que Frozen, el último gran éxito animado de Disney, sea en realidad un alegato a favor de la homosexualidad con la canción central del filme “Libre soy”, un himno de la princesa Elsa a la autoaceptación que muchos ven como una clara “salida del armario”.
Mitch, uno de los protagonistas de “El alucinante mundo de Norman”, en un determinado momento comienza a hablar de su chico con toda naturalidad y en “Los Boxtrolls” se enumeran los distintos tipos de familias: “A veces hay una madre, a veces hay un padre, a veces hay dos padres, a veces hay dos madres…”.
Menos ejemplar es el caso de “Justin y la espada del valor”, criticada por mostrar un villano gay basado en clichés y que algunos opinan que ridiculiza al colectivo.
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